¿Te imaginas que te ocurriera algo así?
Pues creételo porque es real. Hay personas que son sexámbulas, es decir, que sufren episodios de sonambulismo y ¡practican sexo! Y hay quién es capaz de desinhibirse de tal manera que se convierte en un auténtico «animal sexual». Incluso, hay personas que cambian su orientación sexual, dándose conductas homosexuales en sujetos habitualmente heterosexuales y viceversa.
Del placer obtenido por los pacientes, poco puede decirse, ya que por la mañana no recuerdan absolutamente nada de lo que hicieron.. Pero el testimonio de sus parejas si es interesante y ayuda a comprender en gran medida este trastorno.
Durante el estado de sexsomnia el comportamiento de hombres y mujeres es similar, aunque en las mujeres es más frecuente entregarse a la masturbación que al sexo pleno. De hecho, es mucho más común en hombres que en mujeres (de cada 10 casos, 8 son varones). Sin embargo, ellas son más precoces. En ellos los episodios pueden comenzar a los veinte años y en las mujeres durante la pubertad.
Y ojo, que estamos hablando de practicas sexuales –ronquidos incluidos– no de sueños húmedos, erecciones o eyaculaciones nocturnas.
Se calcula que al menos un 6% de la población padece este tipo concreto de parasomnia (trastorno de la conducta durante el sueño asociado con episodios breves o parciales de despertar, sin que se produzca una interrupción importante del sueño ni una alteración del nivel de vigilia diurno.)
Colin Shapiro, director de la Clínica del Sueño y Alerta del Toronto Western Hospital declaraba a la revista Quo:
¿Se puede despertar a un sexámbulo?
Según los expertos no hay ningún peligro en hacerlo. Eso si, decidirlo solo depende de tí 😉
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.