¡Más feo cuando te enfadas!

Nuria Serena

Y es que las líneas de expresión son determinantes para mostrar un aspecto más bello y saludable.

Por eso, cuando estamos enfadados, fruncimos el ceño, juntamos los labios e incluso nuestros ojos se empequeñecen. Si ese enojo permanece en el tiempo, marcamos unas líneas de expresión en nuestro rostro que quedan inmortalizadas en una especie de amargura y crispación permanentes

Ese es el peor enemigo de nuestra belleza. Para ello, la mejor medicina es ¡una gran sonrisa!


Nada de cremas milagro, ácidos hialurónicos, sérums. Lo que tenemos que hacer es ¡darle la vuelta a la tortilla! Y dejar de fruncir el ceño, destensar los labios y relajar la mandíbula.

Y ¡luchar contra el estrés! Otro de los grandes enemigos a batir. El estrés genera una tensión que ralentiza el ciclo celular y dificulta la protección, hidratación y oxigenación de la piel. Y contra eso ¡no hay producto milagro que valga!

enfado

La clave de un rostro bello, de unos ojos brillantes y de una sonrisa atractiva es “cambiar nuestro estilo de vida, nuestra actitud y, por supuesto, una dieta sana».

La gimnasia facial también ayuda. Unos sencillos ejercicios que destensan músculos y relajan nuestra expresión.

Lo ideal es practicar de forma frecuente a lo largo del día varias respiraciones profundas. Tres continuadas en cada ocasión pueden ser suficientes para romper la tensión acumulada.

La gimnasia facial también es muy útil para corregir líneas de expresión de forma natural, sin tener que recurrir a la química.

Poner morritos, sacar la lengua, estirar y arrugar la nariz... ¡Si, ese tipo de muecas es la gimnasia facial! y con ella conseguiremos trabajar los músculos de la cara consiguiendo una piel más tersa y radiante.

En un próximo post te enseñaremos a practicarla ¿te apuntas?