Llegó el invierno! Y con él, la bajada de las temperaturas y por supuesto, las grandes y temidas estrellas “no invitadas”: los resfriados y las gripes.
Si este año tú también te has propuesto ponerte las pilas y hacer todo lo posible para evitarlos, te vendrá muy bien seguir estos sencillos consejos que he ido recopilando para que puedas librarte ( o al menos intentarlo) de esos molestos “okupas” de nuestro organismo. Los virus.
Lo más importante es la prevención.
Para ello, la alimentación juega un papel fundamental. Comiendo adecuadamente conseguirás fortalecer tus defensas. Comenzar el día con el clásico zumo de naranja natural, o un kiwi, e incluir cítricos como naranjas o mandarinas en tu dieta, te proporcionarán un elemento fundamental para fortalecer tu sistema inmunológico: la vitamina C.
También la encontrarás en pimientos, brócoli, fresas o perejil. Si eliges coles y repollos, estarás tomando además Vitamina A, potasio, fósforo y calcio, minerales esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Los expertos aseguran que el zinc también es muy efectivo fortaleciendo las defensas. Consúmelo en alimentos de origen animal, especialmente en carnes de vaca, cerdo y cordero. Hígado, marisco, cacahuetes, germen de trigo, galletas integrales o legumbres.
Otro clásico: la Miel. Además de ser muy nutritiva, tiene propiedades antisépticas y bactericidas. Por eso alivia los síntomas en las irritaciones de garganta, amigdalitis y faringitis.
Y si tu vicio son los frutos secos, estás de enhorabuena! Porque también te van a ayudar a prevenir resfriados. Eso sí, tómalos con mesura, porque tienen muchas calorías.
A la hora de cocinar, puedes dale un extra de sabor a tus platos con algo “tan nuestro” como el ajo. Siempre se ha dicho que el ajo limpia nuestro organismo de bacterias y purifica las mucosas del sistema respiratorio.
Alimentándote correctamente, estarás dando a tus defensas las herramientas necesarias para protegerse de virus y bacterias, pero no está de más tener en cuenta otros aspectos para prevenir contagios.
No olvides descansar, y dormir una media de 8 horas diarias.
Hacer ejercicio regularmente puede ser un gran aliado para prevenir los resfriados y acortar su duración.
Bebe mucha agua. Lávate las manos regularmente y hazlo “bien”, con jabón y frotando durante al menos 20 segundos.
Mantén tu piel limpia e hidratada para mantener su Ph, que actúa como una barrera contra las infecciones. Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca; son las zonas del cuerpo más vulnerables de cara a la entrada de virus y bacterias al organismo.
Relájate y e intenta controlar el estrés. Está demostrado que estar nervioso debilita el sistema inmunológico.
Ah! Y Cuidado con las cervecitas…..y las copas. Los expertos aseguran que el alcohol ataca directamente a las defensas, deshidrata el organismo y favorece la aparición de infecciones. Así que mejor no abusar.
Y si finalmente nada de esto ha funcionado y nos hemos pillado un buen resfriado, sólo nos queda resignarnos y tomárnoslo con calma. Eso sí, para que la recuperación sea más rápida, tenemos la mejor medicina: Nada como tomarte varias veces al día una buena píldora de Lo Mejor de nuestra música en Cadena Dial.
