Las Navidades, entramos de lleno en la semana de las reflexiones y las sensaciones. Para nosotros, sin duda, una de las épocas más bonitas para los regalos y las sorpresas, y qué mejor forma de acercarnos a quienes nos importan con un detalle de cariño, aprecio y amor, por qué no, si nos centramos en nuestras parejas y en lo especiales que nos hacen sentir cuando están más cerca todavía. No todo el mundo acepta estas fiestas de igual grado, y esto se puede convertir en un conflicto difícil de encajar cuando por el contrario, la pareja vive y sueña por la Navidad desde que tiene uso de razón. Cómo contentar a ambos sin que aflore el conflicto depende sobre todo, de la flexibilidad y la tolerancia más que nunca de los dos. Por ello, para evitar avivar más aún el conflicto de la celebración, se debe no discutir sobre cualquier aspecto, tema o problema que lleve implícito la relación en sí. Si surgiera, nunca en público y menos aún delante de la familia. Solo conseguiremos un falso testimonio sobre la relación que nada tiene que ver con la propia realidad. Una buena disposición, mejor carácter, una actitud positiva y la posibilidad de llevar a cabo planes juntos, ayudarán a crear un universo propio que siempre que se acerquen estas fechas, se recordarán como un logro de los dos, sin influencias ni recuerdos negativos del pasado procedentes de otras vidas, también distintas. Aprender a soñar con ilusión no es un tópico. Es un deseo muy gratificante que sin duda, asentará aun más las bases de la confianza y del proyecto en común…, Ah, y si algo le hace feliz a él o a ella, considéralo como un regalo que tendrás que envolver con mucho mimo para que siempre se acuerde de ti y no solo en Navidad… Felices Fiestas
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