Dos premisas son necesarias para lograrlo: estar convencido de ello y entrenar, entrenar y entrenar.
La plasticidad del cerebro está más que demostrada. La neurogénesis, el proceso por el cual se regeneran las neuronas es una realidad. Las neuronas no mueren. Hasta el mismo día de nuestra muerte el cerebro se reorganiza y se establecen nuevas conexiones neuronales.
Una de las actividades que retrasan el envejecimiento del cerebro es la actividad física. Practicar ejercicio aporta, además, de beneficios emocionales (el bienestar y la reducción de la ansiedad) beneficios físicos y beneficios cerebrales (el cerebro se mantendrá joven durante más tiempo ya que el ejercicio ayuda a la división de células madres, que son las que dan lugar a la aparición de nuevas células nerviosas.)
El problema de hoy en día es que la sociedad vive a ritmos vertiginosos, no tenemos tiempo para nada, y si lo hay, no sabemos gestionarlo. No sabemos crear hábitos, porque no tenemos tiempo ni costumbre de practicarlos.
Existen otras prácticas como la meditación, el tipo de alimentación o la actividad sexual que también favorecen la creación de nuevas células nerviosas. La mente está constantemente renovándose gracias a la plasticidad neuronal.
Si te seduce la propuesta y quieres cambiar algo en tu vida, estos son algunos consejos que te vendrá bien aplicar:
1. Ser humilde en el reto y elegir un propósito cada vez. Una vez logrado el primero, podemos centrarnos en el siguiente
2. Reflexionar sobre el por qué quieres cambiar: ¿qué quiero?, ¿por qué?, ¿para qué? y ¿con qué?. Las respuestas te aportarán seguridad para emprenderlo
3. Reservar un hueco en la agenda para comenzar a crear una rutina y hacerlo prevalecer sobre otras actividades
4. Evitar distracciones. Para ello hay que rodearse de todo lo necesario para ponerlo en práctica. así no encontrarás excusas
5. Empieza hoy, mejor que mañana. Hay que salir cuanto antes de la zona de confortabilidad de nuestro cerebro