No se puede ser siempre fino y educado. Sabemos que, a veces, las circunstancias pueden llegar a superarnos y sacar la bestia parda que llevamos dentro. Pues bien, sin lugar a dudas, uno de esos momentos es cuando subimos al coche y parece que todo se tuerce contra nosotros. Hoy queremos que nos cuentes que te pone de mala leche al volante.