¿Está sobrevalorado tener pareja?
¿Se puede ser feliz sin pareja?, en general la sociedad tiene la creencia de que la felicidad está unida a tener pareja, que estando sin pareja nos falta una mitad. Amar y ser amado es cierto que aumenta considerablemente la felicidad, pero también se puede ser feliz sin pareja e infeliz con pareja. Todo es muy relativo, hay quienes están emparejados por soledad, interés, por falta de autoestima, etc… y por ello necesitan ese complemento que les llene, habitualmente eso causa infelicidad porque la base principal de la felicidad no es tener pareja, sino amarse a uno mismo primero, para luego poder sentirnos a gusto con otros.
Pensemos cuando éramos niños, seguro podemos recordar etapas felices en las que éramos libres, practicábamos las actividades que nos gustaban, etc… y éramos capaces de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, habitualmente mucho más que en la etapa adulta. Por lo tanto la felicidad se puede obtener de muchas otras maneras, independientemente de si tenemos pareja o no.
La felicidad en realidad va encaminada hacia tres cosas:
1. Querernos a nosotros mismos y sentirnos a gusto en nuestra piel. Tener una sana autoestima es la base para poder disfrutar de la vida.
2. Sociabilidad. Tener buenas amistades, sentirse querido por familiares, pareja o amistades y conocidos. Somos seres sociales por naturaleza, unos necesitan más o menos contacto con gente, pero necesitamos nuestra dosis de amistad, amor y complicidad con personas, y no necesariamente tiene que ser de la pareja.
3. tener tiempo para hacer las cosas que nos gustan, tareas que nos llenan, hobbies, etc… cualquier cosa que nos haga sentir plenos y nos haga disfrutar.
NO SOMOS UNA MEDIA NARANJA, SOMOS LA NARANJA COMPLETA
El ser humano ya está completo si se quiere a sí mismo. Las parejas saludables son las que estaban bien estando solas, pero al unirse a alguien aumentan más su felicidad. Las parejas insanas son las que estaban mal estando solas, pero al unirse a alguien eliminan las carencias que tenían, a esto le podríamos llamar dependencia, ya que para obtener bienestar se ha necesitado tener pareja y estando solos todo se derrumba.
El error que ha traído el mito de la media naranja consiste en creer que vendrá alguien que nos ilumine la vida, cuando en realidad eso sería algo negativo. Una pareja no es un salvavidas que llenará todas nuestras carencias, nosotros ya debemos sentirnos bien y podemos disfrutar de la vida sin pareja, y cuando ésta llegue, nos hará el doble de felices pero sin que sea una necesidad sino un disfrute de algo bonito que llega.