Antes de subirse al escenario ya sabe que el apoyo será grandioso, pues por donde pasa cuelga el cartel “no hay entradas”, siendo esto un reto mayor, pero mucho más satisfactorio.
El concierto fue bastante emotivo, los asistentes disfrutaron de los nuevos temas y arreglos de la banda, además de disfrutar de ella mucho más cerca de lo que podrían imaginar. A pesar de que la sala estuviera a reventar, Rosana quiso bajar a saludarlos mientras cantaba, como en cada concierto.
Ahora Rosana no pierde sus minutos, ya está preparando los próximos conciertos que serán en Posadas y Resistencia, para luego viajar a Chile, Mar Del Plata, Montevideo, Colombia, Costa Rica, Puerto Rico, México y Estados Unidos.