Un curioso reportaje de la BBC le pone nombre y apellidos: Chade-Meng Chen. Fue uno de los primeros ingenieros contratados por la firma en Mountain View, California. No hacia falta estar dotado de una sensibilidad inusual, para percibir que, como en otras muchas empresas, algunos de sus compañeros se sentían agobiados, estresados y descontentos en la oficina.
Por eso, convenció a sus jefes de crear y encargarse de un curso que le enseñara a los empleados técnicas de mindfulness, o concienciación plena, para mejorar la inteligencia emocional e impulsar el bienestar. Dicho y hecho… y como no podía ser de otra forma lo denominó «Busca en tu interior»
Después llegaron las conferencias y ponencias en las que asegura que puedes convertirte en la persona más feliz de la tierra con tan solo tres sencillos pasos
Y en eso estamos en www.cadenadial.com. En descubrirte cuáles son y probar junto a ti estos consejos. ¿Preparado?
Primer paso: «Calma tu mente»
Meng propone encontrar formas sencillas de tomar pausas durante el día y de ser conscientes de nuestra respiración. «Si resulta demasiado difícil, entonces no pienses en nada por un momento», bromea Meng
Algunos investigadores incluso aseguran que la reducción del estrés, prometida por la meditación, podría ayudar a reducir los efectos del envejecimiento.
Segundo paso: «Lleva un registro de momentos alegres»
Una forma de meditación “no consciente” es anotar las experiencias positivas en un diario. Simplemente, mientras degustas un buen café, te ríes del chiste de un amigo o disfrutas del una buena conversación, repitete: «¡Tengo un momento de alegría!.
Cuando nos pasan cosas negativas tenemos la tendencia de aferrarnos a ellas, mientras que las buenas son más rápidas y efímeras.
Todos podemos identificarnos con el poder de un solo incidente desagradable que es capaz de echarnos a perder todo el día, pero rara vez lo contrario parece ser verdad.
Según la psicóloga positiva Barbara Fredrickson necesitamos una proporción de 3 a 1 de pensamientos positivos sobre negativos para liberar nuestras mentes.
Tercer paso: «Deséale felicidad a otras personas»
Según Meng, los pensamientos altruistas nos benefician porque dar nos proporciona una gran alegría, incluso más que recibir.
«Solo bailar genera ‘niveles de alegría’ superiores que hacer actividades voluntarias o benéficas».
Simplemente dar las gracias, desear un día feliz a otra persona, genera bienestar. Prácticalo, con una sonrisa, y te darás cuenta del enorme poder que conlleva.
De todo ello, te hablamos hace poco en un reportaje en www.cadenadial.com. La Fuerza de dar las gracias