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Entendimiento asertivo en la separación
Convivir y compartir en pareja los proyectos del día a día con sus problemas y ventajas requiere de entrenamiento emocional. Ese trabajo ha de ser continuo en ambas partes y como ejercicio de superación, cada miembro de la pareja debe saber situarse en el lugar del otro, así como empatizar con sus respectivos puntos de vista, para que en caso de crisis, sea “más fácil” establecer las prioridades que les conducirán a la solución.
Cuando no se encuentra el consenso entre los dos y la conciliación se torna imposible, es momento entonces de asentar las bases del lugar que ocupa cada uno para tomar una decisión. Algo así como, en palabras de los expertos, llegar al entendimiento asertivo en inteligencia emocional.
Estos podrían ser algunos de los supuestos a seguir:
- Actuar con una intención buena y positiva: Dar la cara y asumir la responsabilidad de la conversación pendiente es lo mínimo que se merece la pareja, independientemente del tiempo de relación o compromiso que mantengan. Nunca romper por teléfono, mensaje o Internet a no ser que exista distancia física entre ambos y la situación sea insostenible.
- Ser noble y honesto con el otro, exponiendo los deseos que te empujan a tomar esta decisión, el porqué y si existen terceras personas que impidan ser sincero desde ese momento.
- Las rupturas de mutuo acuerdo son más sostenibles y menos traumáticas por ser los dos quienes deciden su futuro. Aun así, hay que permitirse un tiempo de duelo para que los hechos terminen de asimilarse por sí solos.
- Respetar el tiempo de duelo del otro aunque se hayan analizado al detalle los pros y los contras de cada uno.
- Una vez llevada a trámite la ruptura, de mutuo acuerdo o no, hay que evitar criticar al ex con terceras personas que compartan o hayan compartido con la pareja una amistad o contacto que se pudiera ver afectado por dicha separación.
El tiempo, si bien es un aliciente para curar las heridas, por sí solo no es eficaz si las personas que lo necesitan, no ponen de su parte para proceder por sí mismas en la cura del desamor y en definitiva, de la ruptura.