Vitamina E
Es el antioxidante por excelencia. Podemos encontrarlo en el aceite de girasol o maíz, una cucharada sopera de aceite al día, en ‘crudo’, complementado con 2 o 3 nueces o almendras al día, sería lo adecuado. Además existen otros alimentos como las semillas de girasol, el brócoli o las espinacas que nos ayudarán a una curación adecuada.
Vitamina C
Ayuda a potenciar y a regenerar las propiedades de la vitamina E. Podemos encontrarla en cítricos, mango, frambuesa, kiwi, piña, melón, sandía… la mayoría de las frutas la contienen pero sólo es recomendable tomar 2 o 3 piezas al día.
No sólo cuentan con ella las frutas, también en tomates, brócoli, pimiento (tanto verde como rojo), coles de Bruselas, coliflor y verduras de hoja verde como por ejemplo espinacas. Al igual que la fruta con 2 o 3 porciones diaria sería suficiente.
Betacaroteno
Además de un poder antioxidante es un reparador de las membranas celulares. Se puede consumir en frutas y hortalizas de color naranja y amarillo brillante como por ejemplo calabaza, zanahoria, naranja, calabacín, melocotón o albaricoques.
Zinc
Es un mineral muy importante en nuestro organismo para ayudar a la síntesis del colágeno y la queratina. Se encuentra en carnes rojas de ternera, cerdo o cordero. Y en menos proporción en pescados, legumbres, nueces, granos enteros y levadura.