En el agua la intensidad del deporte es mayor, consigues mejores resultados en menos tiempo: el agua activa el drenaje, aumenta el gasto calórico y mejora los problemas circulatorios, lo cual es muy beneficioso para combatir la celulítis. Además, y muy importante, es que en el agua no hay impacto sobre las articulaciones, por lo que resulta ideal si hay alguna lesión, sobrepeso o recarga muscular.
La piscina o el mar, elige el entorno que más te guste para practicar aqua-running. Tan sencillo como caminar rápido o correr sin apoyar los pies en el fondo. En quince minutos habrás hecho tanto ejercicio como en una hora en tierra. Debes imitar el gesto de la carrera dentro del agua, moviendo piernas y brazos a la vez para aumentar el gasto calórico. Combina series lentas y rápidas y descansa nadando o quedándote boca arriba