Estrenamos en la web una sección nueva con aires de Diario musical, que os va a acompañar durante los próximos meses. Estrella S. es un personaje de ficción, que nace de los intentos reales de tantas y tantas mujeres que sin dejar de querer, buscan su lugar en la vida. Independiente del cariño no correspondido, motivada por los sueños que le lleven a alcanzar todo tipo de metas y enternecedora cuando acepta la ruta alternativa de lo imposible; sin olvidar el toque musical de las canciones que le inspiran a lo largo del día, y que hoy ha decidido recoger en un diario. Poco a poco iréis conociendo la personalidad de Estrella, sus éxitos y sus tropezones, y narrado siempre, con el mejor de sus sentidos: el humor. De todo lo que le suceda a partir de ahora, seré cariñosamente, la responsable. Disfrutadla!
Lunes, noviembre
No sé que es peor. Que suene el despertador a las siete de la mañana o que te despierten los vecinos de arriba incapaces de controlar su pasión… por los muebles… Él se pasa el día trabajando en una tienda a las afueras. Será que su empresa le exige dar fe de la eficiencia de las camas que venden y lo resultonas que son. Nada mejor que comprobarlas in situ. El otro día se lo comentaba a mi amiga Marta y no daba crédito:
_“Mujer, ya será menos… Compartir los sueños con alguien cada día, debe ser maravilloso”
_ Desde luego, mejor que las pesadillas.
Ambas llegamos a la misma conclusión, qué curioso. Ni mi amiga ni yo tenemos novio en este momento… Por qué será…
Marisa, la experta en suministros de la empresa, me ha hablado de lo más nuevo para conseguir un tipo 10. Yo pensando en alguien espectacular, que tenga don de gentes y que no te deje a la primera de cambio cuando note en tu rostro que empiezas a sentir algo por sus huesos. Marisa se refería al Aquabiking, un método que garantiza quemar las calorías que te sobran, casi al mismo precio con el que llenas la nevera y te gastas tu nómina en revistas de salud y en APPs que nunca abres, porque hay que conectarlas a no sé dónde… ¿Una bicicleta dentro del agua? Eso es a lo que yo llamo un deporte inútil. Y lo peor aún, que el monitor de turno no te puede salvar en caso de crisis porque has cambiado los ruedines por unos manguitos. Con el gorro y sin maquillar, adiós al encanto de sirena…
En Cadena Dial, esta mañana, han entrevistado a Pablo Alborán. Acaba de publicar como dicen en la radio, un nuevo disco. Sí, porque “terminar” no suena bien en el mundo de la música… Y con la voz qué tiene… Qué talento de chico, ¿de dónde sacará tanta imaginación? ¿Y el vídeo? En la playa, tocando el piano sobre la arena, lloviendo… creciendo flores. Será cierto eso que dicen de los artistas, que… ¿siempre cuentan algo de sí mismos en sus creaciones? Como para guardar un secreto. Claro que así, con código oculto y a su destinataria secreta, siempre le podrá cantar entre líneas… “Tú me has hecho mejor, mejor de lo que era”… No sé si estará más contenta que una fan, pero encantada seguro, por no decir de ella que es una privilegiada, una súper woman con derecho a “ro-CD”… “canción directa” y sin censura. Me voy a comprar el disco, quizá se me pegue algo.
Hoy mi jefa me ha comentado no sé qué de una ponencia sobre el mercado que tenemos que evaluar en la agencia. Con tantos términos en inglés, no me entero. Voy a tener que repasar mis libros de Vaughan que me trajeron los Reyes Majos, porque son muy majos ellos. Con la excusa de invertir los ahorros en viajes sin fronteras en vacaciones, quien cada año se apunta al pasaje conmigo, sí que hace el agosto. “Oye, cómo se dice… qué tú estás muy puesta… y habla tú que te entiendes mejor… Anda, que vaya miradita que te ha echado el policía de Toronto, cómo se nota donde hay nivel ¿eh?” Y luego llega el “brieffing dale” ése y me quedo pensando en qué capítulo de mi vida pasada me perdí el “Follow me” de Francis Mathews. Me gusta entenderme y que me entiendan, pero… ¿no sería más fácil para todos que habláramos el mismo idioma? Luego dicen que las mujeres venimos sin manual de instrucciones… No. Es que no están bien traducidas, querido diario. Cualquier día de estos te cuento cómo hacer que te entiendan y sobre todo, sin perder la identidad.
Viernes, noviembre
Lo del fin de semana suena a tópico, pero es necesario. Vivimos pensando en el viernes, trabajamos pensando en el viernes, soñamos pensando en el viernes, hasta el vigilante de seguridad te saluda pensando en el viernes. Te ve hasta más guapa, sin ojeras y ni se fija en que tenías que haberle pasado el paño del brillo a los zapatos. No consigo encontrar ninguno que me dignifique la horma. Me refiero a los zapatos, porque de chicos, de momento, ni aunque me garanticen la marca. Que estén expuestos en el escaparate es un problema, porque todas los vemos, y a todas nos gustan, aunque nos hagan daño. Como ellos, que las prefieren sencillas pero voluptuosas, que piensen poco y preferentemente pisen sobre los tacones, pero sin hacer ruido. Y yo, que siempre uso zapato plano, ¿a quién voy a calzarme? Es malísimo para la espalda ir tocando el suelo, pero es peor para el corazón caminar sobre las nubes. Mejor, buscaré un plan de cine tranquilo, con palomitas y si se tercia después quedaré con Marta para irnos de copeteo, aunque poco, que el alcohol envejece y no solo en la barrica. Bendito viernes, qué cansada estoy, pero qué ganas tenía de verte!
