Ha pasado el tiempo y Elisa no confía en su pareja. Diez días antes de la boda, su novio celebró la popular «despedida de soltero» con tan mala suerte, que alguien cercano a la familia vio cómo le era infiel a su prometida. Elisa se casó porque estaba enamorada, pero este hecho no confesado por él le ha marcado de tal manera, que ahora está dispuesta a separarse.